Una visita inesperada. Candy
Ayer recibimos una llamada telefónica para pedir cita en la clínica de fisioterapia.
Algo tan normal, si no fuera porque la señora nos preguntó si podía venir con su perra, que era futura perra guía.
Lo cierto es que nos hizo mucha ilusión. Juan Carlos, que fue el que dio la cita, ya le expresó a la señora que en nuestro centro los perros siempre son bien recibidos, pero si es un cachorrito, y futuro perro guía ¡mucha más! Y que tal vez se llevara alguna sorpresa al encontrarse con algunos primos hermanos perros por la clínica.
Así es que, a las tres de la tarde, subí con Goleta a esperar a la cachorrita.
¡Era espectacular!
Una preciosidad de labradora, con una vitalidad, con una alegría y unas ganas de jugar….
Como sabéis, los perros guía viven adoptados por familias que los acogen en su primer año de vida, para luego enfrentar su entrenamiento y su futuro como perros guía de una forma madura y segura.
Sin las familias que de forma altruista cuidan de nuestros perros guías cuando son pequeños, ni nosotros ni ellos podríamos funcionar.
Va siempre mi agradecimiento, y mi admiración a esa gente maravillosa que dedica tanto tiempo a esta labor.
Las familias que me leéis, sabéis el esfuerzo que supone, y también la satisfacción de ver vuestro cachorro, en esa mezcla de tristeza y alegría cuando ya está preparado y es capaz, gracias a vuestro trabajo, de llevar a una persona ciega como un verdadero profesional.
Goleta y la pequeña futura perra guía se encontraron y se cayeron genial, todo el rato quería jugar y disfrutar.
En un momento dado hubo que poner un poco de orden, porque se estaban viniendo arriba en la juerga, pero en un ratito se tumbaron ambas a esperar que la cuidadora de la pequeña, terminara su tratamiento de fisioterapia.
¡Ya queremos un montón a esa perrita!