Tal vez en los tiempos pre covid19 si me lo cuentan no me lo creo.
¿dar clase de guitarra on line? ¡imposible!
Os cuento que pese a mi súper chula guitarra que yo tenía, y mis avances en aprender a tocar, en cuanto se inició la pandemia, no sé muy bien la razón, pero se me quitaron las ganas de tocar.
Esto de aprender un instrumento es como lo de hacer ejercicio, si lo voy dejando, cada vez es peor retomarlo de nuevo.
Y así ha pasado más de un año sin coger la guitarra.
Me daba pena ponerme a ello, y el pasado febrero volví a sacar mi guitarra y empezar de nuevo.
Y, ¡que dolor! dolor de espalda, dolor de hombro, dolor de dedos, ¡y dolor de corazón!
Además, que ingrato es practicar y entrenar, repetir y repetir, y sentir pocos resultados .
El tocar la guitarra es esa asignatura pendiente que siempre tengo, desde que era pequeña.
En cuanto comenzaba a mejorar, algo pasaba que interrumpía mi esfuerzo, y dejaba el proceso sin terminar.
Es verdad que la gente quiere ver virtuosos de la guitarra, y no a alguien que repasa, entrena, toca cosas que al principio no suenan de lo mejor, y esto, a los que practicamos, nos frustra un poco, porque costar cuesta, horas de entrenar, de aprender, mezclar técnica con ritmo, habilidad en las manos, en el oído, con la postura correcta y la precisión adecuada.
En tiempos de pandemia es difícil encontrar un profesor de guitarra, ¡pero yo lo encontré!
Se llama Javi, da clases por Skype, ¡está genial!
Nuestra sesión dura una hora más o menos, el precio es bastante razonable.
él graba la clase, y posteriormente me la envía por correo electrónico.
Esto tiene de bueno, que con su clase yo puedo repasar y recordar todo lo que hicimos, y anotar cosas nuevas.
Es una experiencia bastante interesante, y os la recomiendo.
Lo curioso es cómo lo encontré, pues así, a lo fácil, por google.
Clases de guitarra en Madrid y ahí salió, de los que no pagan en google, ¡esos son los buenos!
Me puse en contacto con él, y quedamos para dar una clase gratis.
Y volví a lo de siempre, eso que sucede cada vez que intento una nueva aventura, la expectativa de explicar a un profesor, que le va a dar clases a una persona ciega.
Sé que es lo normal, el mundo es así por más que yo me esfuerce, pero si os digo la verdad, ¡que pereza da a veces estar explicando y convenciendo!
El caso es que, en la primera clase, Javier y yo nos pusimos bastante en sintonía, pese a que él nunca ha dado clases a ninguna persona ciega, él se lo ha tomado como un reto personal para sí mismo, y está súper contento.
Yo, por supuesto también, porque así es más fácil todo.
Me encanta la gente que desde el primer momento es capaz de dejar sus prejuicios a un lado y trabajar y enseñar sin complejos, sin hacer sentir mal al aparentemente diferente.
Así es que ahora tengo una nueva actividad, mejorar con mi guitarra cada día, disfrutar con todo lo que estoy aprendiendo, además, hacer que Javi vea que su trabajo como profe, no cae en saco roto.
Si queréis ver su página web, donde tiene un blog con consejos sobre cosas de guitarra, algunos vídeos en YouTube, y sus redes sociales, podéis pinchar en clasesguitarramadrid.com
¡Y no dejéis pasar tanto tiempo sin tocar guitarra que luego cuesta más ponerse al día!