La memoria de Goleta es increíble, sólo con visitar una sola vez un sitio, ya lo recuerda para siempre. Pero por supuesto, hay lugares que recuerda con más alegría que otros.
Por ejemplo, las cafeterías y pastelerías que en los primeros días parábamos a comprar un café en vaso desechable en nuestras rutas, ¡esas las recuerda siempre que pasamos por allí! Con sus patas delanteras marca la puerta y el escalón para entrar.
En principio, cuando hace eso, el instructor me dijo que debo felicitarla, porque eso es señal de que recuerda y quiere agradarme con su trabajo.
Pero hay un sitio que es su felicidad máxima, una tienda que aunque pasemos cien veces al día delante de la puerta, ¡ella siempre quiere entrar! insiste e insiste incluso cuando está cerrada. Se trata de “Lobitos”, una tienda especializada en mascotas.
La llevan unos chicos súper amables y serviciales, amantes de los animales, y muy profesionales. Venden todo tipo de productos y de todos los precios y calidades. Desde el pienso más barato a menús de la dieta Bart de precios de menú del día de humanos.
También tienen un montón de tipos de premios, golosinas, mordedores, correas, collares de todo tipo…. Complementos maravillosos, ¡que yo me los compraría todos!
Apartado especial son los juguetes ¡pero juguetes con sentido común! , no esos pitidos de goma que vuelven locos a perros y dueños, y que en un par de mordidas dejan de pitar y pasan al estómago del perro o del dueño.
Bien, en ese paraíso de comida, complementos, juguetes, ¡Goleta está feliz!
Además, los dueños siempre le regalan alguna barrita de esas con olor a chorizo, que ¡me dan ganas de pedir otra para mí de lo bien que huele!
En cuanto cruzamos Luchana, vayamos donde vayamos, ella enfila frente a la tienda de Lobitos, y directamente se va a la zona de juguetes, peluches gigantes, juguetes interactivos, pelotas, palos, cuerdas….
Los perros guía tienen totalmente prohibido jugar con pelotas, esto les estimula demasiado, y si en el momento de trabajar vieran una, podrían desconcentrarse.
¡Pero en el manual de usuario no dice nada de la diversidad de otros juegos en lobitos!
La perrita elige cada vez que vamos el juguete que más le gusta, y ni siquiera lo envolvemos, le quitamos las etiquetas, lo pagamos y nos lo llevamos en la boca y en la mano indistintamente hasta casa.
¡Os juro que esta tienda será mi ruina!