Ya os he contado en algún post el cual podéis leer aquí: lo que le gusta a Goleta ir a su tienda favorita, lobitos, donde puede encontrar todo tipo de productos para gatos y perros, además está cerca de casa, ahí en la calle Luchana.
Hasta tal punto le gusta, que siempre quiere ir allí, aunque nuestra ruta sea diferente.
De hecho, si puedo, le cambio el camino, porque se emociona tanto, y sí o sí, ella desea con toda su perruna alma, entrar ahí, oler juguetes, comida, saludar a otros perros que andan por allí de compras, y, sobre todo, ¡ir al mostrador a esperar la barrita de premio que los chicos le regalan siempre!
Ella va directa, enfila hacia la zona de caja, y se pone a dos patas hasta que alguien se apiada de su mirada artística, como si no hubiera comido nunca, y al final se compadecen de ella y le dan su recompensa.
Luego revisamos juguetes nuevos, y esperamos nuestro turno para pagar, porque como os podéis imaginar, ¡siempre acabamos comprando algo!
En concreto la semana pasada, Goleta decidió pedirse una gaviota de peluche, que no sé bien por qué razón, en ese momento era fundamental en su perra vida.
Bueno, pero ayer el lío no fue eso, sino la que montamos en la tienda, especialmente ella.
La verdad es que llevábamos bastante tiempo sin ir por allí, y en cuanto enfiló Luchana comenzó a trotar y a tirar de mí, con la alegría de pensar en entrar en la tienda, y efectivamente, fue directa al mostrador, dio tal salto que se subió sobre él, y con el impulso, ¡imaginaos! tiró ordenador, teclado, varios expositores… ¡el ruido se escuchó en todos sitios!
Los dependientes, muy amables dijeron que no pasaba nada, pero lo cierto fue que armamos un buen pollo.
Menos mal que no rompimos nada, que sepamos.
No obstante, ella persistía en recibir su premio, totalmente inconsciente del alboroto que había liado.
¿Os imagináis 28kilos de perra sobre el mostrador paseando?
Pues eso, y no tenemos foto en el archivo, una pena.
Al final, compramos la gaviota que ahora es su muñeco favorito, algunas bolsas de premios y nos fuimos un tanto avergonzados.
¡Pero volveremos! ¡Estoy segura!